Casa Rodante

2007

Scroll

Durante el año 2006, Rocío, mi hija y yo, estuvimos sin casa.

La dueña del lugar en el que vivíamos nos dijo que lo necesitaba, que tenía que vender etc

Me tomó por sorpresa. Con el diario en mano, salimos a buscar hogar, pero era todo inaccesible.

Un día, un amigo, me dice que tiene una casa que está en conflicto legal, que se va a desocupar pronto y que me la dejaba muy barata. Él creía que en un mes se resolvía el tema.

Decidimos esperarla. Y lo que era un mes, pasó a ser dos y uno más y el siguiente y el próximo y así comenzamos a mudarnos de casa en casa y una vez por mes.

Anduvimos por el living de mi hermano, por el otro living del departamento de mi otra hermana, y cuidamos la casa de mi amigo cuando se fue de vacaciones y de otra amiga cuando participó de una Bienal y fuimos a otra casita en la terraza de otra amiga y así se nos pasó el año esperando.

Durante ese periodo, guardamos nuestras pertenencias en un galpón.

Solo nos quedamos con una maleta con ropa, algunos libros, discos y la computadora.

Y un día apareció Esteban, otro amigo, con una casa que nos prestaba y a la que fuimos a vivir, porque la otra nunca se resolvió. En este nuevo hogar mis muebles finalmente no entraron.

Estos eran añosos y gastados, pero queridos por mí.

Muebles que heredé de afectos y que acompañaron toda la vida de Rocío.

Ellos, conformaron nuestro patrimonio y con los mismos construí nuestra Casa Rodante.

Back to top