En Material descartable, encinto bolsas de plástico a la pared con cinta de embalar, transparentes como las bolsas. Representan a mujeres muertas, invisibilizadas, desaparecidas en abortos clandestinos. No hay nombres, no hay rostros. Solo cuerpos descartados. Y comparten una historia de violencia institucional en Argentina. En el piso, dos montículos de agujas de tejer refuerzan la imagen de un espacio precario, improvisado, como tantos centros ilegales de aborto en Buenos Aires.
